En Internet, en concreto a través del buscador Google, podemos encontrar registros de amo de casa y de niñero: «Soy amo de casa, ¿y qué?», «El limbo económico del amo de casa», «¿Cómo ser un buen amo de casa?», «¿Quién es Bruno Barbier, el increíble “niñero” de Antonia Macri?», «Marley encontró el mejor niñero para su hijo Mirko», «Cubero: alcalde y niñero a la vez», etc. Las actividades mencionadas (amo de casa y niñero) eran realizadas hasta hace pocos años solo por mujeres, pero actualmente ya no es así, pues tanto hombres como mujeres pueden realizar las mismas tareas, en la mayoría de los casos, de manera ocasional.

En el caso de los sustantivos de persona, masculinos acabados en -o, que designan cargos, títulos o profesiones, cuyo femenino acaba en -a, es la diferente terminación o desinencia la que manifiesta el género: -o para el masculino y -a para el femenino; así, por ejemplo: árbitro/árbitra, cirujano/cirujana, letrado/letrada, etc. Al respecto, en el Esbozo (1973: 175) se afirma que «La distinción del sexo se asocia con mucha más frecuencia en los nombres de persona a las terminaciones -a y -o, inacentuadas, pero ni una ni otra es privativa de nombres femeninos de mujer o masculinos de varón».

La vigésima tercera edición del DLE (2014) registra, por un lado, la locución nominal en masculino: amo de casa (‘persona que se ocupa de las tareas de su casa’), a partir del femenino ama de casa (‘mujer que se ocupa de las tareas de su casa’), que se recoge por primera vez en la vigésima segunda edición del Diccionario académico (2001). Por otro lado, el sustantivo niñero, a pesar de que se desdobla en masculino y femenino (niñero/niñera) en el DLE (2001), es solo femenino en el sentido de ‘criada destinada a cuidar niños’. En el DLE (2014), en cambio, este significado se refiere tanto al masculino como al femenino: «2. m. y f. Persona que trabaja cuidando niños».

En conclusión, hoy contamos con casos de sustantivos que designan personas acabados en -o que han dejado de considerarse «solo masculinos», para pasar a formar parte del grupo de los sustantivos que presentan moción de género -o/-a, es decir, son sustantivos de persona que se desdoblan en masculino y en femenino; como por ejemplo, arquitecto (arquitecto/arquitecta desde 1970), astrónomo (astrónomo/astrónoma desde 1984), banquero (banquero/banquera desde 2001), campanillero (campanillero/campanillera desde 2014). A su vez, hay casos de sustantivos de persona acabados en -a que han dejado de considerarse «solo femeninos» y cuentan ya con sus respectivos masculinos, como es el caso de amo de casa y niñero. (Las profesiones en femenino, 2014; DLE (2014-2020)).